jueves, 9 de enero de 2014

Obrera, ¿qué caminos pisan tus pies?

Obrera, ¿qué caminos pisan tus pies?

EDUCADORAS

Un niño y un adulto son completamente diferentes. El Señor Jesús nos orientó en su palabra a ser como niños si deseamos entrar en el Reino de los Cielos. Pero vamos a analizar, ¿qué actitudes tienen los niños que los hacen merecedores del Reino de Dios? Un niño tiene el corazón puro. No guarda rencor, aún si es reprendido, no permite que el orgullo manche su corazón. Un niño tiene fe. Cree, confía, si uno le hace una promesa no duda, sino que se lanza en los brazos de quien promete. Un niño es sensible al dolor de los demás. Quien tiene hijos sabe que ellos son sensibles al dolor y al sufrimiento, aunque uno no lo exprese y buscan aliviarlo de alguna forma. Un niño ama con sinceridad. Un niño no ama por la posición económica o social, o por la apariencia, sino que da su amor sin esperar nada a cambio. Es importante que cultivemos estas actitudes en nosotros, para poder entrar en el Reino de Dios. Los niños pueden enseñarnos mucho, ¿no cree usted?

Hija de Dios?

Hija de Dios?

JUEVES, 9 DE ENERO DE 2014

  • ¿Amas a Dios y a tu prójimo? (amor)
  • ¿Mantienes buen ánimos, a pesar de las pruebas y contratiempos? (gozo)
  • ¿Demuestras la serenidad frente a las amenazas del enemigo? (paz)
  • ¿Esperas en Dios, aún cuando viene la ansiedad? (paciencia)
  • ¿Das ayuda a los que la necesitan? (benignidad)
  • ¿Mantienes un estilo de vida sano y puro? (bondad)
  • ¿Confias en el Señor de todo corazón, sin apoyarte en tu propia prudencia? (fe)
  • ¿Eres pronto para oír y tardo para enojarte? (mansedumbre)
  • ¿Tienes tus apetitos y pasiones bajo control? (templanza)

Si eres esta clase de persona, no es porque naciste así, sino porque naciste de nuevo. Estos frutos no se producen por naturaleza propia, sino por la intervención del Espíritu Santo.


"En cambio, el amor de Dios se manifiesta plenamente en la vida del que obedece su palabra. De este modo sabemos que estamos unidos a él: el que afirma que permanece en él, debe vivir como él vivió."
 1 Juan 2:5-6

¿Por qué Dios abandonó a Israel? | Arca Universal Argentina

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