sábado, 21 de diciembre de 2013

Obispo Paulo Roberto

Obispo Paulo Roberto Cuando una persona está llena de la presencia de Dios, del Espíritu Santo, servir a Dios no es una carga, sino un placer, pues al hacerlo sabe que está agradando a su Señor. Si usted, obrero, evangelista, joven, pastor, ha sentido que servir a Dios es una carga en su vida, reevalúe su condición espiritual, vuelva al primer amor, analice si hay algo que le aleje de la presencia de Dios y cuide su comunión con Dios. Una persona salva no considera que servir a Dios sea una obligación. Si usted no considera que servir a Dios es un privilegio, tenga cuidado, es probable que su salvación esté en riesgo.

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